Más que palabras III
DICCIONARIO
Cuando las palabras ingresan al diccionario las pobres están perdidas. Si la palabra está sola, al aire libre, se levanta en su significado, dice algo, lo sostiene. Pero cuando entra en el diccionario, la muchedumbre de significados la asfixia.
Por el diccionario circulan misteriosas acepciones, enunciados que nadie pronuncia. ¿Quién empleó alguna vez palabras como rongigata, enruna, cadañal, pruriginoso, liquidámbar, cachunde, zarapito, despavesadura, dubda? Sin embargo están allí invictas, solitarias, guardadas.
Imagino que el diccionario se ha de reír a carcajadas cuando nos apabulla con toda esa jerigonza y nos deja taciturnos, como si nos hablaran en esperanto.
(Vivir Adrede, Mario Benedetti)
Quien tiene riqueza léxica tiene un don, tiene el don de la palabra, virtud que no solo se muestra en tu expresión sino en tu comprensión. ¡Merece la pena ejercitarla! Para ello, sin duda, están los diccionarios. Si manejas bien esta valiosa herramienta tienes mucho ganado.
A veces nuestras dudas acerca de una palabra no están relacionadas con su significado sino con su empleo en un contexto determinado. En estos casos resulta fundamental la consulta de los diccionarios de dudas. A lo largo de estas páginas encontrarás resueltas una serie de dudas léxicas que posiblemente te hayas planteado alguna vez.