Como ya hemos visto, uno de los elementos que hay que tener en cuenta para respetar la adecuación textual es la intención del hablante. Podríamos definir ésta como aquel objetivo que pretende conseguir el emisor en el momento de iniciar la comunicación. La intención comunicativa puede pertenecer al ámbito de la comunicación, o de las relaciones sociales, o de la expresión de emociones...etc.

Como ya vimos en unidades anteriores, la intención comunicativa está relacionada con las funciones del lenguaje. Veamos cómo:

Si el emisor pretende transmitir información y lo más importante es el contenido de lo comunicado, hablamos de función referencial.

Cuando el emisor trata de obtener una reacción por parte del emisor hablamos de función apelativa.

Si lo que pretende es asegurarse de que el canal de comunicación está abierto antes o durante la comunicación le llamamos función fática.

En el caso de que el emisor sólo quiera expresar sus emociones o sentimientos ante una realidad la denominamos función expresiva.

Si lo más importante es la forma del mensaje y el emisor busca llamar la atención sobre el propio mensaje le llamamos función poética.

También existe la función metalingüística que es aquella que se da cuando el mensaje habla sobre el propio código. Es decir, cuando habla sobre cuestiones del propio lenguaje.