UD5. Relación y reproducción de los seres vivos
Reproducción sexual
Se caracteriza porque en ella participan dos progenitores de diferente sexo, uno masculino y el otro femenino. El individuo de sexo masculino produce gametos masculinos (espermatozoides) y el de sexo femenino gametos femeninos (óvulos).
Las gónadas son los órganos encargados de fabricar los gametos. En los machos se llaman testículos y liberan una gran cantidad de espermatozoides (esperma). Los de las hembras son los ovarios y producen un número limitado de óvulos inmóviles.
En algunas especies, el macho y la hembra son muy parecidos y sólo se diferencias por sus gónadas, como en el caso de los gatos, caballos, perros, etc. En otras, el macho y la hembra muestran diferencias significativas en el tamaño (arañas) o aspecto (león) y se habla de dimorfismo sexual. En el caso especial de los animales hermafroditas, el mismo individuo puede producir ambos tipos de gametos.
La fecundación es la fusión del espermatozoide y el óvulo para dar lugar al cigoto. Para ello, se requiere que los gametos sean liberados en un medio acuoso en el que los espermatozoides puedan nadar hacia el óvulo.
La fecundación puede ser externa, cuando se produce fuera del organismo materno, o interna, si ocurre en el interior del aparato reproductor femenino.
La fecundación externa es característica de invertebrados acuáticos y peces, siendo el agua en la que viven el medio que permite el movimiento de los gametos. Puede ser con y sin acoplamiento. Sin acoplamiento (como por ejemplo los peces) se liberan los gametos al agua en grandes cantidades para que en ella se produzca la fecundación.
Con acoplamiento se da en los anfibios y algunos reptiles. Por ejemplo, la rana macho se abraza a la hembra hasta que ella libera los óvulos. Entonces, el macho vierte el esperma y los fecunda.
En la fecundación interna, hay cópula o apareamiento para introducir los espermatozoides en el cuerpo de la hembra. Se utilizan órganos copuladores, como el pene y la vagina en mamíferos. Es propia de animales terrestres, pero también de algunos acuáticos.
El embrión que resulta de la fecundación interna se puede desarrollar de distintas formas:
· Oviparismo: la hembra deposita el huevo en el medio exterior y el embrión se desarrolla a partir de las reservas nutritivas del huevo. Así se reproducen insectos, reptiles y aves.
· Ovoviviparismo: el embrión se desarrolla a partir de las reservas del huevo, pero éste se encuentra en el interior del cuerpo de la madre. Se produce en casi todos los tiburones, en algunas serpientes y lagartos.
· Viviparismo: el embrión se desarrolla dentro del cuerpo de la madre a partir de las sustancias nutritivas que ésta le aporta, como es el caso de los mamíferos.
Tras el desarrollo embrionario se produce el nacimiento del nuevo individuo. En los vivíparos ocurre por medio del parto, que es la salida del nuevo ser del interior del cuerpo de la madre. La cría rompe las membranas que lo envuelven y se producen contracciones en el cuerpo de la madre que lo expulsan al exterior.
En los ovíparos y ovovivíparos se produce la eclosión o rotura de la cáscara del huevo durante la salida de la cría al mundo.
El huevo presenta tres partes diferenciadas: la yema, la clara y la cáscara
La yema del huevo es el óvulo. Como cualquier célula eucariota, tiene un citoplasma (en este caso, lleno de sustancias nutritivas), un núcleo y una membrana. Puede tener una mancha rojiza, el disco germinativo, a partir del cual se desarrolla el embrión.
La clara contiene las sustancias indispensables para la nutrición del embrión.
La cáscara es una cubierta porosa y calcárea que se endurece nada más ponerse en contacto con el aire y tiene función protectora.