La Psicología Aplicada abarca todas las actividades que los psicólogos profesionales realizan en su trabajo con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas. Supone la aplicación de la teoría y de la investigación básica a las situaciones y problemas a los que tenemos que enfrentarnos en la vida diaria. Algunas de las ramas son:
- Psicología educativa. Hace referencia al estudio de la conducta y de los procesos mentales en el contexto educativo. Su objetivo fundamental lo constituyen las situaciones de enseñanza – aprendizaje y los sujetos que en ellas intervienen, padres, profesores y alumnos. ¿Cómo pueden los niños mejorar su aprendizaje y creatividad?, ¿cómo integrar a los retrasados y a los superdotados?, ¿se deben incluir la educación emocional o las habilidades sociales en la escuela?. Los psicólogos educativos realizan e interpretan pruebas psicológicas, entre otras técnicas, para ayudar a los estudiantes en sus decisiones, y orientar a padres y profesores para lograr mejor rendimiento en los años escolares.
- Psicología clínica. Se interesa fundamentalmente por el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales y emocionales, desde los más leves, como falta de autoestima o timidez, hasta los más problemáticos, como la separación de parejas, el estrés o la depresión. Estos psicólogos se dedican, como los psiquiatras, al diagnóstico, evaluación y tratamiento de casos clínicos (personas con problemas), pero entre ellos hay diferencias reseñables, por ejemplo, el psiquiatra tiene una formación médica y puede recetar fármacos, mientras que el psicólogo no.
- Psicología industrial y de las organizaciones. Estudia todos los aspectos de conducta en los ambientes laborales y organizacionales. Sus objetivos son múltiples: selección de personal, adaptación del trabajador a su puesto de trabajo, analizar los mejores sistemas de organización del trabajo, mejorar las relaciones humanas en el ámbito laboral, entre otros.