4. LOS PUNTOS SUSPENSIVOS
Suponen una interrupción de la oración o un final impreciso.
Se escriben puntos suspensivos (...)
- Al final de una enumeración incompleta, con el mismo valor que etcétera: He comprado muchísima fruta: peras, melocotones, sandía...
- Para expresar en la lengua escrita una vacilación, temor, duda, suspense, etc.: Si esta noche no cierras la puerta de tu habitación...
- Como interrupción porque el receptor ya conoce lo que sigue o porque el emisor no desea completar lo que dice: Mira, mira, no me hagas hablar...
- Para no escribir una palabra tabú o malsonante: ¡Qué hijo de p...!
- En refranes o proverbios muy populares, así como en la reproducción de citas textuales muy conocidas se omite la parte final por ser innecesaria, pues el receptor las conoce sobradamente. Por ejemplo: a buenas horas... o a Dios rogando...
- Cuando al reproducir un texto se suprimen ciertas palabras o un fragmento se debe utilizar los puntos suspensivos entre corchetes o paréntesis. Como en el siguiente ejemplo: Artículo 35: Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo [...] y a una remuneración suficiente.
5. DOS PUNTOS
Se emplea los dos puntos (:) en los casos siguientes:
- Para anunciar una enumeración: Aragón tiene tres provincias: Zaragoza, Huesca y Teruel.
- Para introducir un concepto que englobe a una enumeración inmediatamente anterior. Por ejemplo: La i y la u: éstas son las vocales cerradas en castellano.
- Para introducir una cita en estilo directo: dijo Gracián: Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
- Detrás de las fórmulas de saludo en distintos documentos: Estimado amigo:
- Para presentar una causa o una consecuencia: Estoy muy cansada: me voy a dormir.