
La Tierra es un sistema dinámico que intercambia energía con el exterior (con el Sol). Está formado por componentes inertes (tierra, agua...) y seres vivos. La energía solar que llega a la Tierra es aprovechada por los organismos para realizar la fotosíntesis, pero también es el motor de las masas de agua y de la dinámica externa del planeta.
Podemos considerar la Tierra como un gran sistema en el que hay un intercambio de materia y energía entre sus componentes y que, en el caso de ser alterado su equilibrio, es capaz de adaptarse al cambio, siempre y cuando no sea demasiado drástico.
Estudiar y comprender cómo funciona la Tierra a nivel global puede ser complicado. Por eso empezaremos estudiando la estructura básica en la que dividimos a este gran sistema: el ecosistema.
Primero conoceremos la estructura y funcionamiento del ecosistema. Esta primera visión nos permitirá comprender de una manera más global las grandes unidades de seres vivos del planeta, para de esta forma profundizar en el conocimiento de nuestro entorno y relacionarlo con algunos de los problemas ambientales actuales de la Tierra.
Contesta
¿Por qué podemos considerar a la Tierra como un gran ecosistema?
Porque está formado por componentes (inertes, como la tierra y el agua, y seres vivos) que intercambian energía y materia entre ellos.