La psicología humanista surgió en los años 50 del siglo pasado como reacción a los planteamientos psicodinámico y conductual. Destaca la capacidad inherente del ser humano de tener libre voluntad y no estar bajo el control de factores internos y externos. Al conductismo le reprochó su alejamiento de una psicología puramente humana y al psicoanálisis su pesimismo existencial, marcado por la incidencia en la conducta patológica.
Sus autores más representativos son Abraham Maslow y Carl Rogers. Más que una escuela constituida, es un movimiento con estas características comunes:
- Capacidad del hombre para elegir sus propias pautas de vida. El hombre es autónomo y responsable de las decisiones que toma con respecto a su propia conducta.
- Tendencia a la autorrealización. Significa un proceso en el cual todos intentamos desarrollar y hacer realidad nuestro potencial.
- La psicología humana debe abarcar al individuo en su totalidad: mente, cuerpo y conducta con las influencias de las fuerzas sociales y socioculturales.
- La vida humana se desarrolla en un contexto interpersonal. La búsqueda del sentido de la existencia y los valores humanos son aspectos fundamentales para la persona.
Para los humanistas, la autorrealización es posible si se actúa conforme a las vocaciones y a los deseos propios (congruencia). A veces, sin embargo, esto no es posible puesto que los individuos abandonan su vocación por complacer los deseos de los demás (familia, escuela, sociedad), convirtiéndose entonces en seres infelices, ya que entran en conflicto cuando su vocación choca contra lo que esperan de ellos los demás.
La función de la Psicología es conseguir que el individuo se autorrealice, aceptándose tal y como es. Para ello deberá forjarse una jerarquía de valores y motivos que hagan posible un desarrollo personal acorde con la propia vocación.