Lope de Rueda (1509-1565) no sólo escribió comedias y ejerció como actor sino que dirigió la primera compañía de teatro ambulante en España. Sus obras más conocidas son sin duda
los pasos, breves piezas cómicas protagonizadas por personajes populares que desarrollan una anécdota humorística.
A continuación puedes leer un fragmento de uno de sus pasos más conocidos:
Las aceitunas. El texto comienza inmediatamente después de que Toruvio ha plantado un esqueje de olivo. Faltan muchos años para que dé fruto pero Águeda, su mujer, como en el cuento de la lechera, empieza ya a hacerse ilusiones.
ÁGUEDA: Mira, marido, ¿sabes qué he pensado? Que yo cogeré las aceitunas y tú las acarrearás con el asnillo, y Mendigüela las venderá en la plaza. Y mira, muchacha, te encargo que no vendas el celemín por menos de dos reales castellanos.
TORUVIO: ¿Cómo que a dos reales castellanos? ¡Eso es carísimo! [...] Ven aquí muchacha: ¿a cuánto las vas a vender?
MENDIGÜELA: Al precio que diga usted, padre.
TORUVIO: A catorce o quince dineros.
MENCIGÜELA: Así lo haré, padre.
ÁGUEDA: ¿Cómo que <<así lo haré, padre>>? Ven aquí jovencita, ¿a qué precio las vas a poner?
MENCIGÜELA: A como mandes, madre.
ÁGUEDA: A dos reales castellanos.
TORUVIO: ¿Cómo que a dos reales castellanos? Te prometo que si no haces lo que mando, te daré más de doscientos correazos. ¿A cómo las vas a vender?
MENCIGÜELA: Al precio que usted quiere, padre.
TORUVIO: ¡A catorce o quince dineros!
MENCIGÜELA: Así lo haré, padre.
ÁGUEDA: ¿Cómo que <<así lo haré, padre>>? ¡Toma! ¡Toma! ¡Harás lo que yo te mando!
TORUVIO: Deja en paz a la muchacha, mujer.
MENCIGÜELA: ¡ Ay padre, que me mata madre!.
ALOJA: ¿Qué es esto, vecinos? ¿Porqué maltratáis así a la muchacha?
ÁGUEDA: ¡Ay señor ¡Este mal hombre que quiere venderme las aceitunas a menos precio para arruinar mi casa. ¡Unas aceitunas que son como nueces!
TORUVIO: Yo juro por los huesos de mi linaje, que no son más grandes que piñones.
ÁGUEDA: ¡Sí que lo son!
TORUVIO: ¡No lo son!
ALOJA: Tranquila, señora vecina, le ruego que entre en su casa, que yo aclararé este lío.
ÁGUEDA: Pues espero que lo aclare, porque voy a montar una buena.
ALOJA: Señor vecino. ¿Qué pasa con las aceitunas? Sáquelas fuera , que yo las compraré aunque sean veinte fanegas.
TORUVIO: Que no, señor, que no es como usted se piensa, que no están las aceitunas aquí en casa, sino en un campito de nuestra propiedad.
ALOJA: Pues tráigalas aquí, que yo os las compraré todas a un precio razonable.
MENCIGÜELA: A dos reales quiere mi madre que se venda el celemín.
ALOJA: Cara cosa es esa.
TORUVIO: Pues eso es lo que yo digo.
MENCIGÜELA: En cambio, mi padre pide quince dineros.
ALOJA: Enséñeme unas cuantas.
TORUVIO: ¡Válgame Dios , señor! ¡Mira que le cuesta a usted entender! Pero si no tenemos más que una ramita de olivo que hemos plantado hoy [...]
ALOJA: [...] ¡Hay que ver qué cosas tiene la vida! ¡No han hecho más que plantar una triste rama y ya se están peleando por las aceitunas!
(Texto adaptado)
Contesta
En el texto que acabas de leer, un matrimonio discute por el precio de las olivas que quieren vender. ¿Cuántas olivas , aproximadamente, tiene el matrimonio?
Ninguna. Acaban de plantar una rama de olivo.