Ciencias Sociales
4º - Ciencias Sociales
La Restauración Borbónica

Restauración y bipartidismo

Alfonso XIIMaría Cristina de Habsburgo

El golpe de estado del general Martínez Campos devolvió el trono a los Borbones en 1874; Alfonso XII, hijo de la exiliada Isabel II subió al trono de una monarquía constitucional, apoyado en la figura de Antonio Cánovas del Castillo como presidente del gobierno.

  • Cánovas acabó, momentáneamente, con la revuelta de Cuba y con la Guerra Carlista.
  • Promulgó la Constitución de 1876, que instauraba la soberanía compartida entre las Cortes y el rey, sufragio censitario y la confesionalidad estatal.
  • Se inició un periodo de bipartidismo, en el que el partido de Cánovas, conservador y el de Sagasta, liberal, se alternaban en el poder, con un sistema electoral corrupto, de forma que se decidía previamente qué partido ganaría y se amañaban los resultados, comprando votos los caciques rurales o falseando los resultados.

En 1885, moría el rey y su esposa, María Cristina de Habsburgo se hizo cargo de la regencia hasta la mayoría de edad de su hijo, Alfonso XIII, continuando con el mismo sistema político.

La regente tuvo que hacer frente al final del colonialismo español, con insurrecciones en Cuba y Filipinas: los Estados Unidos entraron en el conflicto cubano apoyando a los independentistas; España firmó el tratado de París (1898) por el que cedía a los Estados Unidos los restos de su imperio colonial: Cuba, Filipinas, Puerto Rico…

Contesta
En qué consistía el amañamiento electoral según el texto de Joaquín Costa y lo dicho en el contenido de esta página.


Caciquismo

«Con esto llegamos como por la mano a determinar los factores que integran esta forma de gobierno y la posición que cada uno ocupa respecto de los demás.
Esos componentes exteriores son tres: 1º, los oligarcas (los llamados primates, prohombres o notables de cada bando que forman su “plana mayor”, residentes ordinariamente en el centro); 2º,
los caciques, de primero, segundo o ulterior grado, diseminados por el territorio; 3º, el gobernador civil, que les sirve de órgano de comunicación y de instrumento. A esto se reduce fundamentalmente
todo el artificio bajo cuya pesadumbre gime rendida y postrada la Nación.
Oligarcas y caciques constituyen lo que solemos denominar clase directora o gobernante, distribuida o encasillada en “partidos”. Pero aunque se lo llamemos, no lo es; si lo fuese, formaría parte integrante
de la Nación, sería orgánica representación de ella, y no es sino un cuerpo extraño [...]
En las elecciones [...], no es el pueblo, sino las clases conservadoras y gobernantes quienes falsifican el sufragio y corrompen el sistema, abusando de su posición, de su riqueza, de los resortes de la autoridad y del poder que para dirigir desde él a las masas les había sido entregado.»

Joaquín COSTA: Oligarquía y caciquismo, colectivismo agrario y otros escritos, Madrid, 1901.