España: desde el franquismo a la actualidad
En la década de los cincuenta, la guerra fría hizo que Estados Unidos considerara a España como un país antcomunista y, por lo tanto, aliado; se estableció así un tratado con los USA que contemplaba la instalación de bases militares. Comenzaron a llegar las ayudas americanas el plan Marsall, se reabrieron las fronteras y regresaron los embajadores. En el año 1955 España fue admitida en la ONU.
Todo este proceso favoreció un cambio de orientación en la dictadura, aunque no por ello dejó de serlo. Los fascistas falangistas, fieles defensores del franquismo, perdieron su influencia y el partido único pasó a llamarse Movimiento Nacional; hasta se rebautizó el régimen con el eufemismo democracia orgánica.
Los gobiernos tecnócratas
Pese a la ayuda norteamericana, que supuso un ligero repunte económico, la autarquía se mantuvo hasta la llegada al gobierno de los llamados tecnócratas, en el año 1959. Estos ministros, muchos de ellos afines al Opus Dei, pretendían modernizar la estructura económica mediante el llamado plan de estabilización que permitió la creación de empresas privadas y la entrada de capital extranjero, así como la supresión de impuestos a productos exteriores que caracterizaba la autarquía.
Aunque la dictadura seguía vigente, se fueron produciendo algunos cambios políticos:
La economía
Durante los años 60 se produjo una evolución económica en España, mucho más tardía que en el resto de Europa:
Cambios demográficos
La nueva economía influyó en la demografía: las zonas rurales e interiores se despoblaron, en parte por la pobreza y en parte por la mecanización, en beneficio de las ciudades y la periferia. Las ciudades, carentes de capacidad para recibirlos, crearon suburbios chabolas para asumir la emigración creciente.
El repunte económico favoreció la natalidad y las mejoras sanitarias disminuyeron la mortalidad.
Artículos como los televisores y otros electrodomésticos o los pequeños utilitarios son objetos del deseo de las clases medias.
Este desarrollo necesita una población mejor capacitada por lo que la educación se hará obligatoria hasta los 14 años. Se trata de un sistema que desvía, desde los 10 años a aquellos que estudiarán el bachiller de los que finalizarán su educación primaria a los 14 o continuarán, desde entonces, con los sistemas de formación profesional.