Ciencias Sociales
2º -  Ciencias Sociales 
La religión
 

El teocentrismo

Demonios

La visión medieval de la existencia era teocentrista: Dios era el eje alrededor del cual giraba todo y, por ello, la religión cristiana (en sus distintas interpretaciones) estaba presente en cada momento.

Si todo estaba determinado por Dios, es fácilmente comprensible el determinismo pesimista de las cases humildes: nada podía hacerse para cambiar las cosas. También es entendible el poder que fue adquiriendo la religión y sus ministros en todos los actos de la vida y el interés del poder civil por mantener la religión a su lado.

Con origen en el fenómeno religioso y la búsqueda de la salvación, dados los miedos de la época, las peregrinaciones tuvieron gran importancia en estos siglos. Roma y Jerusalén fueron destinos muy importantes en estos viajes que pusieron en contacto a gentes de distintas procedencias. Alrededor del año 827 se descubrió una tumba que se interpretó como la del apóstol Santiago (en Santiago de Compostela) que, poco a poco, se convirtió en lugar preferente de peregrinación, sobre todo con una Jerusalén ocupada por los musulmanes.

También surgen las órdenes religiosas, como la de los benedictinos. Estas órdenes religiosas profesaban votos (como la obediencia, la castidad o el trabajo) que los acercaban a Dios. A ellas se debe la fundación de multiples monasterios.

En los monasterios se guardaban y traducían documentos religiosos procedentes de los primeros cristianos (Evangelios, cartas de los Apóstoles o sus discípulos...) o del Antiguo Testamento; obras de filósofos grecorromanos, tratados científicos, médicos...

 
Contesta
Explica en qué consiste el teocentrismo y cuál es su influencia en lo que hemos llamado determinismo pesimista.


 
Mapa teocéntrico

En la imagen puedes ver un mapa simplificado del mundo, que puede interpretarse como una representación geográfica del teocentrismo al colocar en el centro del mundo a la ciudad santa de Jerusalén.

TO

Cluny

La orden de Cluny, reforma de la orden benedictina, fue creada el 11 de septiembre de 909. Guillermo I, duque de Aquitania (el piadoso), donó la villa de Cluny al papado para que fundara un monasterio, que se situó en Mâconnais. La donación pretende obtener la protección y la garantía de la Santa Sede dado que su poder era muy escaso. En la Carta de la fundación de la abadía se establece la libre elección, por parte de los monjes, del abad; un punto de suma importancia en la orden benedictina, sin embargo fue el propio Guillermo I quien nonmbró al abad Bernón de Baume. La donación de Cluny no es la única, para ganar su favor, en esta época, numerosos dominios son legados al papado.