La Edad Media: el feudalismo y el Islam
El teocentrismo
La visión medieval de la existencia era teocentrista: Dios era el eje alrededor del cual giraba todo y, por ello, la religión cristiana (en sus distintas interpretaciones) estaba presente en cada momento.
Si todo estaba determinado por Dios, es fácilmente comprensible el determinismo pesimista de las cases humildes: nada podía hacerse para cambiar las cosas. También es entendible el poder que fue adquiriendo la religión y sus ministros en todos los actos de la vida y el interés del poder civil por mantener la religión a su lado.
Con origen en el fenómeno religioso y la búsqueda de la salvación, dados los miedos de la época, las peregrinaciones tuvieron gran importancia en estos siglos. Roma y Jerusalén fueron destinos muy importantes en estos viajes que pusieron en contacto a gentes de distintas procedencias. Alrededor del año 827 se descubrió una tumba que se interpretó como la del apóstol Santiago (en Santiago de Compostela) que, poco a poco, se convirtió en lugar preferente de peregrinación, sobre todo con una Jerusalén ocupada por los musulmanes.
También surgen las órdenes religiosas, como la de los benedictinos. Estas órdenes religiosas profesaban votos (como la obediencia, la castidad o el trabajo) que los acercaban a Dios. A ellas se debe la fundación de multiples monasterios.
En los monasterios se guardaban y traducían documentos religiosos procedentes de los primeros cristianos (Evangelios, cartas de los Apóstoles o sus discípulos...) o del Antiguo Testamento; obras de filósofos grecorromanos, tratados científicos, médicos...