La Edad Media: el feudalismo y el Islam
Las ciudades
También su procedencia nómada condiciona la forma de poblar el territorio, pues la ciudad es el centro de servicios y el gran mercado, donde acuden los nómadas y las caravanas; por ello, el desarrollo urbano de esta cultura fue importante y algunas de sus ciudades como Bagdad, Damasco, Fez o Córdoba tuvieron gran importancia. En las ciudades convivían los musulmanes que las administraban y los no musulmanes (entre ellos judíos y cristianos, dependiendo de las zonas).
Las ciudades musulmanas se construyen con un trazado irregular de calles estrechas, formadas por casas con pocas ventanas al exterior y un patio interior alrededor del cual se articula la vivienda. Esta estructura urbana favorece la sombra y crea ambientes poco soleados para preservar del calor.
Una muralla suele rodear la medina, el caso urbano, donde se ubica el zoco, mercado cuya tradición comercial ha perdurado hasta la actualidad, como puede comprobarse en algunas ciudades como Istambul, El Cairo, Fez o Túnez.. El álcazar era la residencia del gobernador y el castillo para la defensa de la ciudad.
En la medina se levanta la mezquita, el templo musulmán. En el exterior de las murallas se extendían los arrabales que podían integrarse dentro de las murallas a medida que las ciudades crecían y era necesario ampliar las defensas.