Se denomina velocidad de reacción a la rapidez con que los reactivos se transforman en productos. Según la teoría de colisiones, podemos aumentar la velocidad de reacción:
1. Aumentando la temperatura
2. Aumentando la cantidad de reactivos
3. En un sólido, aumentando su superficie
4. Utilizando catalizadores
No siempre interesa aumentar la velocidad de reacción, de hecho a veces es conveniente ralentizarla, como ocurre en la conservación de los alimentos en un frigorífico. En él la temperatura es significativamente menor que en el exterior y las reacciones de descomposición se producen mucho más lentamente.